¿SIRVE PARA ALGO EL CAMBIO DE HORA?

Más de 70 países del mundo ajustan sus relojes con el buen tiempo, buscando gastar menos energía mediante un mejor aprovechamiento de las horas de luz natural. Aunque haya muchas dudas sobre la eficacia de ese ahorro, quizás tengamos otros beneficios... Los defensores de esta propuesta, que ya ha llegado al Parlamento, argumentan que con ella se reducirían los accidentes de tráfico, se disminuiría el consumo energético y además los ciudadanos y turistas tendrían mayor calidad de vida al disfrutar de días más largos. La idea de aprovechar al máximo los rayos de sol no es nueva, sino que existe de una u otra forma desde 1784, cuando el político e inventor estadounidense Benjamin Franklin escribió una carta al Journal de Paris en la que proponía algunas medidas para el ahorro energético, que en la época se consideraron descabelladas. Entre ellas cabe citar la imposición de un gravamen a las personas cuyas contraventanas impidiesen la entrada de luz a sus habitaciones y hacer repicar las campanas de la iglesia al amanecer para que todo el mundo se levantase a la misma hora y así reducir el consumo de velas y de cera. Desde entonces, la conveniencia o no de engañar al reloj un par de veces al año ha estado presente en el debate político, social y científico.